(PRIMERA PARTE)

Hoy me siento inspirada, hoy me siento yo, hoy tengo ganas de comerme el mundo. Raro. Pero así me siento…
Llevo no sé cuantos años de mi vida con ganas de morirme. Es fuerte, lo sé. Pero estoy harta de luchar, de mirarme frente al espejo y repetirme a la cara día tras día:
«Tú puedes Lidia, eres fuerte, inteligente y aunque a veces parezca lo contrario sé que una parte de ti quiere seguir en este mundo…»
Y así pasan los días, uno detrás de otro. A veces se me hacen eternos, en cambio otros se pasan en un abrir y cerrar de ojos.
Hoy, día dieciséis de julio de dos mil diecinueve he decidido escribir mi historia. Ahora mismo no tengo ni idea por donde empezar porque tengo tantas cosas que contar que todo se ha convertido en una maraña de pensamientos, sentimientos, imágenes dentro de mi cabeza que veo incapaz de organizar.
–Empieza por el principio Lidia. Cuéntame cosas de tu infancia.
Mi psicóloga intenta poner orden en mi cabeza cada miércoles desde hace ya más de dos años. Más exactamente desde lo ocurrido. Aún no lo he superado y no creo que pueda hacerlo nunca…
–He tenido una infancia… un poco difícil, pero mi madre ha hecho que se me haga lo más feliz posible. He crecido en un entorno familiar poco habitual donde ha existido el cariño solo por parte de la mujer que me trajo al mundo. Y he tenido una educación impecable también por parte de ella, nunca me ha faltado de nada…
Los ojos empiezan a empañarse de lágrimas, intento evitarlo, pero Claudia me dice que llore tranquila, que lo saque todo fuera. Yo… no quiero llorar, no me gusta que nadie me vea así, nunca lo he hecho y aunque quiera no me sale. Pero esta vez no puedo controlarme y lloro. Lloro hasta quedarme sin lágrimas.
Me tapo la cara y Claudia me abraza, siento su apoyo y su abrazo como alguien cercano a mí porque hace tiempo que la conozco. Pero ella no es mi familia, no es nada mío. Aunque sí tengo mucho que agradecerle. Desde que me encontró echa polvo ha estado ayudándome en todo, no solo en la terapia. Y yo se lo agradezco en el alma. Pero no es suficiente porque me sigo sintiendo vacía y sola…
Continuará…
3 comentarios sobre “ESTA ES MI HISTORIA”