ESTA ES MI HISTORIA (cuarta parte)

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Tercera parte: https://sandraruiz.blog/2019/10/16/esta-es-mi-historia-tercera-parte/

El silencio persiste hasta que Claudia, por fin, toma la palabra al darse cuenta que no puedo continuar. Ya ha tensado suficiente la cuerda por hoy.

-Muy bien Lidia. Imagino como te sientes, sé que esto no debe ser nada fácil para ti. Pero para que vuelvas a funcionar tenemos que sacar esos recuerdos, tenemos que dejar fuera esa etapa de tu vida que te ha perseguido por siempre. Ya es hora de que pases página y superes tu pasado.

Claudia coge mi mano con cariño…

-Y yo te voy a ayudar, amiga.

***

Las semanas han pasado y no sé si ha sido la terapia o Claudia o mi trabajo que cada día me gusta más porque ya le he pillado el punto, pero me noto más tranquila, más sosegada, las pesadillas cada vez son menos habituales aunque no han desaparecido del todo. Lo más sorprendente es que me encuentro con ganas de seguir escribiendo esta historia…

Esa idea fue de Claudia. Indagando dentro de mí encontró sin darme cuenta algo que me llama la atención y que tiene mucho que ver con mi trabajo: Escribir historias.

Me dijo que también formaría parte de la terapia, que ayudaría a sacar toda esa rabia y sentimiento fuera, que llegaría un momento en que vería las cosas desde otra perspectiva. Y que por supuesto eso me vendría bien para ir superando esa etapa de mi vida.

“Mi nombre es Lidia y tengo veintisiete años. Mi madre y mi único hermano murieron hace dos años en un maldito accidente de tráfico. Yo también iba dentro del vehículo, pero por desgracia me salvé por ir en el asiento de atrás. Un camión invadió nuestro carril y nos arroyó hasta echarnos a la cuneta. Mi madre murió en el acto y mi hermano y yo estuvimos en la UCI durante semanas. Carlos no soportó la última operación y murió tres días antes de que yo despertara del coma.

Desde entonces me encuentro sola en este mundo, recuperándome de una depresión insoportable e intentado hacerme ver a mi misma día  tras día lo bonito que es este mundo para no quitarme la vida.

Esta lucha constante es agotadora, pero me está haciendo aprender muchas cosas. Como se suele decir; voy creciendo a  base de palos. Ya desde muy pequeña he vivido cosas muy duras que no se las deseo ni a mi peor enemigo. He crecido en un mundo de maltrato constante, pero también he vivido la fuerza interior que una persona puede llegar a sacar para proteger lo que es suyo. Gracias a Dios y a mí madre pudimos salir de esa maldita situación a tiempo y he podido disfrutar de esta pequeña vida junto a la mujer que me trajo al mundo y mi hermano.

Hasta que este miserable mundo me los arrebataron para siempre.”

Continuará…