ESTA ES MI HISTORIA (sexta parte)

Dos años de esa conversación, de ese encuentro y me veo en el mismo lugar, a la misma hora y frente a la misma persona.

Hugo y yo estamos en nuestra cafetería favorita. Desde nuestro encuentro también ha pasado a ser su local favorito.

-Te quiero pequeña.

Levanto la vista de mi libro y le sonrío porque es lo que me provoca las palabras de Hugo, su mirada, su presencia. Este hombre me ha devuelto a la vida, las ganas de vivir, de sonreír, la ilusión de que la vida sigue y que está llena de cosas maravillosas.

Desde hace dos años Hugo ha llenado mi vida de momentos agradables e inolvidables.

Esa tarde en la que nos vimos por primera vez después de mucho tiempo nos la pasamos hablando de todo.

Compartir mi historia con él me vino muy bien para mis ánimos. Desahogarme con otra persona diferente a Claudia tuvo buen resultado. Después me invitó a cenar y salimos a tomarnos una copa antes de que entrara a su trabajo.

Fue todo tan agradable que me quedé toda la noche despierta pensando en Hugo y en ese día tan inesperado. Hacía años que no nos veíamos, pero eso no quería decir que de vez en cuando no me acordara de él.

Después de ese día hubo muchos más… Empezamos a vernos día sí y día también. Cuando no podíamos quedar hablábamos por teléfono y el resto de tiempo nos comunicábamos por vía wasap.

-¿Tú no me quieres? -Me sobresalto al sentir sus brazos rodearme por detrás.

Ese maravillo abrazo me saca de mis pensamientos y me trae de vuelta a la realidad.

-Yo… te amo como jamás he amado… -Le contesto con total sinceridad.

-Lidia…, cásate conmigo. -Ese susurro en mi oído me hace sonreír como una tonta.

-¿Cuándo?

Sorprendiéndome gira rápidamente mi silla hasta quedar mi cara frente a la suya.

-¿Me lo estas diciendo enserio? -Me pregunta más sorprendido que nunca.

-¿Y tú? -Le pregunto y le vuelvo a sonreír.

-Yo hablo completamente enserio, pequeña.

Le beso muy despacio y luego le miro de cerca a los ojos…

-Gracias por aparecer en mi vida, Hugo -le acaricio la nuca y apoyo mi frente contra la suya-. Gracias por hacerme sentir tan especial desde el primer momento que te sentaste en esta mesa, gracias por hacerme sentir todo esto, gracias por quererme…

-Shuuuu… Nada de gracias y cásate conmigo.

Me río…

-Sabes que aún no podemos. -Le digo.

Ahora es Hugo el que me besa un poco más efusivo que antes y ese beso me transporta a otro planeta totalmente ajeno al nuestro. Cada vez que me besa de esa manera todo el vello de mi cuerpo me lo pone de punta…

Y no solo eso… Me excita hasta tal punto que me siento totalmente dependiente de ese cuerpo, de esos besos, de esa mirada…

Continuará…