UN PASADO (primera parte)

Un día cualquiera, en el mismo lugar de siempre… pero con gente diferente. Y allí estaba Claudia, muerta de la vergüenza pero con ganas de comerse el mundo.

Era su primera vez, también lo era para su madre. Sería la primera vez en dieciocho años que la dejara dormir fuera de casa. Y no solo sería una noche, en realidad sería el tiempo que durara la facultad.

Claudia desde hacía unos años se había convertido en una persona diferente, cosa que ha detectado desde entonces. Ella siempre ha querido pasar desapercibida, pero en el colegio nunca la dejaban tranquila, era, según sus compañeros: «la más grande empollona-lame-culos».

Odiaba que la llamaran así, odiaba que se rieran de ella, odiaba que le retiraran la silla cuando no se daba cuenta y entonces caía de culo al suelo, odiaba que todos volvieran a reír, odiaba que le pusieran la zancadilla por el pasillo y entonces se estampara de lleno con las taquillas y entonces todos volvían a reír. Desde años atrás odiaba muchas cosas, incluso se odiaba a ella misma por no ser más fuerte y poder enfrentarse al mundo.

Y todo fue por culpa de su padre, por obligarla a cambiar de colegio cada dos por tres. Él decía que era por asuntos de trabajo, pero Claudia ya desde muy pequeña sabía que había algo más, intuía que no era a causa del trabajo sino que las deudas por el alcohol lo perseguían a él y a toda su familia. Por suerte, su madre puso remedio y las dos huyeron, pero aún así tuvo que volver a cambiar de colegio.

En su último año de cambio Claudia tenía ya quince años. Según su madre, ya era casi toda una adolescente, pero ella cada vez más temía a esos cambios, porque la gente a esa edad es todavía más cruel. Y ahí fue cuando empezó todo ese maltrato acosador del día a día, donde cada mañana le costaba más levantarse e ir a clase, aguantar de nuevo más insultos, más risas, más burlas, más empujones…

Ellos fueron los que la hicieron diferente, los que la obligaron a encerrarse en sí misma, los que la hicieron que dejara de tener amigas, los que no permitieron que nadie se acercara a ella porque sino lo llamarían apestado.

Que la llamaran gorda, gafotas, culo gordo, empollona… le dolía, pero más le dolía que le pusieran una mano encima. Y eso pasaba en los malditos recreos o a la salida del colegio cuando le quitaban los apuntes o la paga de la semana.

Claudia llegó a vivir asustada, acosada, hundida y humillada durante tres largos años de su vida, pero ahora eso ya acabó. Por fin, dejaría atrás esa basura, a esa gente a la que odiaba con toda sus fuerzas. En el fondo ella siempre luchaba por ser alguien en la vida aunque esas personas no le dejaran, muy en el fondo sabía que una vez que saliera de ese maldito entorno intentaría con todas sus fuerzas ser esa persona con la que siempre había soñado. Estudiaría mucho para conseguir sus objetivos, se sacaría la carrera de periodismo e intentaría conseguir una beca para poder irse al extranjero y así alejarse de todo ese maldito pasado que le había destrozado por dentro. Lo tenía todo planeado desde hacía tiempo.

Ese sueño era lo único que la mantenía con fuerzas…

Continuará….

Procesando…
¡Lo lograste! Ya estás en la lista.

Publicado por Sandra Ruiz

Amante de los libros que me dejan huella. En ocasiones escribo y en muchas otras sueño despierta...

3 comentarios sobre “UN PASADO (primera parte)

  1. Triste realidad que no ficción. Pero veo a Claudia, firme, con esa fortaleza que da el decir: basta!!! Adelante, Claudia, estamos contigo. Adelante, querida Sandra, no te pares. Abrazooo

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