
Primera parte: https://sandraruiz.blog/2020/01/01/un-pasado-primera-parte/
Su primer día de clase en su nuevo mundo…
Claudia estaba contenta de empezar las clases en la facultad. Era su primer día y se sentía nerviosa, pero eufórica. Tenía ganas de ver su clase, de conocer a sus profesores y saber como serían las asignaturas de la carrera.
Todo aquello era tan desconocido para ella… esas personas, el ambiente, ese sentimiento que le hacía estar tan ilusionada. Se sentía extraña con ella misma porque llevaba años sin sentirse así: ¿feliz?
Ni siquiera sabía si eso era la felicidad, llevaba tantos años sin sentirlo que hasta lo desconocía. Lo único que sabía era que eso que sentía era agradable…
Por eso quería disfrutarlo al máximo antes de que ese sentimiento se esfumara, porque también se sentía insegura desde que llegó, aunque eso no era nuevo para ella. Llevaba años arrastrando esa inseguridad con ella, es más, era el único sentimiento que desde hacía años le acompañaba junto al miedo y a la humillación.
«Pero eso ya no existe…»
Se repetía una y otra vez desde que entró por la puerta de la residencia. Claudia tenía muy claro que no pretendía hacer amigos, que las personas pasaría a un último plano como habían sido estos años atrás. Pero el temor de que le volvieran hacer daño, de que se rieran de ella, de esas burlas constantes seguían muy dentro de su pecho…
Compartía habitación con otra muchacha muy diferente a ella, llena de piercings y de tatuajes, pero eso era lo que menos le importaba, porque no tenía pensado compartir más nada con su compañera que esas cuatro paredes… En cambio la muchacha no pensaba igual que Claudia y ella sí quería saber de esa persona tan cerrada en sí y que vestía de esa forma tan gris…
Pasaron las semanas y Claudia seguía encerrada en sí misma, tenía miedo a relacionarse con sus compañeros de clase, tenía miedo cada vez que se cruzaba con gente por los pasillos e incluso esa incomodidad por compartir su habitación era constante. Le gustaba la soledad porque era la única manera en la que se sentía segura…
Pero eso cambió sin apenas darse cuenta. No le quedó más remedio que compartir momentos con sus compañeros ya que si quería sacar buenas notas tendría que hacer los trabajos en grupo y poco a poco empezó a conocer esa parte de ella.
Con el tiempo se dio cuenta que no todo el mundo era tan cruel como creía, que existían personas buenas y agradables con las que le empezaban a aportar cosas a sus días. Hizo muy buena lía con su compañera de habitación, la cual le ayudó a deshacerse poco a poco de sus ropas grises…
Claudia comenzó a vivir, pero ese pasado siempre estaría ahí…
Un pasado que la dejó marcada, que por más que ella tratara de alejarse de él, de vez en cuando aún llamaba a su puerta…
FIN
Si te ha gustado esta historia, déjame tu correo y te contaré muchas más…
¡Nos leemos!
¡Hola! Me encanta el contenido que nos compartes, te invito a que pases a ver mi última publicación. Lindo día
https://yessicaro.wordpress.com/2019/06/16/mandalas/
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¡¡Muchísimas gracias!! Ahora me paso y te leo 😉
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