El trabajo de un escritor autopublicado

Este post va dirigido especialmente para esos escritores y escritoras autopublicad@s, porque detrás de una historia hay un enorme proceso de trabajo. Empezando por la documentación, creación de personajes, montar una historia sin dejar ninguna puerta abierta capaz de atraparte hasta el final, corregirla hasta pulirla, escribir una sinopsis que enganche, buscar una portada que enamore y un título que te haga temblar… Todo eso conlleva muchos meses de duro trabajo y sacrificio.

¿Por qué?

Porque muchos de ellos no se dedican a escribir, lo hacen en su tiempo libre así que también valoremos ese punto.

¿Dónde quiero llegar con todo esto?

Es muy fácil opinar sin conocer todo el trabajo que conlleva escribir una novela, porque quiero que antes de juzgar negativamente se saque lo mejor de la historia…
Porque quiero que el mundo valore un trabajo que no se ve y el cual todo se lo curra una sola persona, que no hay nadie detrás promocionándo tu trabajo. Que desde el primer punto hasta la venta de la novela es el propio escritor el que se lo trabaja todo.

También quiero agradecer a esas cuentas que se dedican a reseñar libros y que te promocionan tu trabajo positivamente, gracias a ellas se venden las novelas, te dan a conocer y hacen que los lectores quieran leer tu libro y no el del vecino. Pero también quiero hacer mención a los que no valoran nuestro trabajo, a los que sin ni siquiera conocerte te piden tu libro para reseñartelo, personas que ni siquiera siguen tu cuenta y te dicen que quieren colaborar contigo (tu le regalas tu novela, ese trabajo del que antes tanto he hablado y a cambio ellos te hacen la reseña), no es sólo regalar un libro que puede costar 12€, 14€ o 15€, no es el dinero, es el valor que ese trabajo tiene. Comprando el libro ya estás valorando ese trabajo.

Con este post quiero hacer entender a todas esas personas el trabajo que tiene escribir una novela, quiero que se conozca el trabajo de un escritor autopublicado. Porque no tenemos a nadie detrás, nosotros nos lo comemos todo.

Así que un Olé por esos escritores trabajadores y soñadores que cada día consiguen atrapar a los lectores hasta el final se sus páginas.