«Y ahí están los rizos dorados de mi amigo, cerca de mi cara… Apoyado en su codo y con una sonrisa que ilumina la oscuridad de aquella bonita playa. Me mira de una manera tan intensa y profunda que me eriza todo el vello de mi cuerpo. No hago nada, solo le doy las gracias por haberme sacado de ese bullicio que sobrepasaba las barreras de mi cuerpo…
… Y entonces pasó. Mi corazón dejó de latir, mis pulmones dejaron de respirar, mi vista se nubló al sentir el roce de sus labios en el lóbulo de mi oreja, luego en mi cara hasta llegar a mi boca y pasó lo que no tenía que pasar.
Un beso, un atardecer, un susurro, un escalofrío, más besos que dejaron de ser besos para pasar a un placer extremo que recorrió todo mi ser…»
Espero que os haya gustado este pequeño fragmento de NOSOTROS AL DESCUBIERTO
Y ahora te pregunto…
¿Alguna vez te has preguntado si realmente eres feliz?
Sandra Ruiz 