
Me apetece despedir este año así, al natural, sin maquillaje, sin peinar, sin filtros… Solo yo, (recién duchada, con mi bata favorita y con mi copa de vino en la mano, porque soy más de vino que de cerveza).
Y quiero despedirme así de este año porque solo tengo presentes las cosas buenas que me han pasado, he intentado recordar las malas, pero es que por suerte para mí ha sido un año increíble. Así que espero un 2023 así de bonito o puestos a pedir si se puede un poco mejor tan poco estaría de más.
Pero antes de irme a arreglarme para disfrutar de las últimas horas del año con la gente que más quiero, MI FAMILIA, me gustaría regalaros un texto improvisado, de esos que me salen de dentro sin ningún tipo de esfuerzo.
Va por vosotros, que me aguantáis cada día sin rechistar…
Allá voy:
«¿Qué sería de nosotros sin los recuerdos?
Seríamos personas vacías y sin poder tener presentes a los que ya no están.
Seríamos pensamientos limitados que nos abandonarían en un momento determinado.
Seríamos almas que solo mirarían hacía delante sin importarle el más allá.
Por eso debemos agradecer a nuestros RECUERDOS el hacernos presentes momentos pasados y hacernos vivos a los que ya no están.
Porque en mi recuerdo siguen esas personas que un día se marcharon sin poder decirnos Adiós, sin querer irse aún de este mundo, a los que dejaron de estar a nuestro lado para seguir enseñándonos cosas bonitas.
En mi mente, en mi alma y en mi corazón sigues estando vivo, sigues a mi lado y lo más importante, sigues cuidando de mí.
Hoy y siempre, disfrutemos de los que aún están con nosotros, sin olvidar nunca esos recuerdos que nos hacen presentes a los que ya no están.»
¡FELIZ 2023 Y FELIZ VIDA, HOY Y SIEMPRE!